Siganme los buenos

Metamorfosiados

Claramente acabo de inventar una palabra gramaticalmente incorrecta, pero me cago en la RAE.
Vengo de una semana de esas que son super hevays, que dormís 3 horas, que tenes que leer 152354054 páginas, que tenés que cursar 6 materias, que tenés que entrenar, que tenes que trabajar y lo más importante, que tenés que respirar.
Son esas típicas semanas tortuosas, donde uno  llega a caer en el cliché de festejar cuando llega el viernes.
A pesar de lo tedioso de los días, cada tanto suceden eventos inesperados. Más que eventos, encuentros que duran microsegundos y alteran tu estado de ánimo.
Aquí va uno de ellos:
Era el miércoles alrededor de las 17 hs, cuando yo estudiante modelo de mi profesorado, ingresaba al Carrefour express, a comprarme provisiones para la cursada.
Como sabrán gracias a las grandes empresas, a la contaminación, etc, etc, somos víctimas del cambio climático, un señor muy ciclotímico. Lo malo, es que yo soy alérgica a estos cambios tan continuos y por ende, soy los 365 días del año una máquina expendedora de mocos.
Llegada la época otoñal, aumento mi ritmo de producción (Soy 100% capitalista muchachos)
Volviendo al evento inesperado. Ingresé al super, revolví las galletitas (Aguanten los precios cuidados y poder consumir Macucas sin quedarte pobre), y me fui a la caja.
Al momento de pagar, sucede la magia de mi producción: Estornudo cual pato de goma, pikachu, gato, y todos los sonidos a los que según la gente se parece mi estornudo. Me lleno finamente el buzo de mocos y miro al cajero.
A todo esto el tipo responde: - Me hubieras estornudado en la cara
A lo que yo dulcemente no respondo. Agarro mis galletitas y salgo del super.
Entro a cursar y sigo mi vida.
Todavía no volví al super y temo rotundamente por mi integridad física, ya que no sé con qué otras propuestas para no ir al trabajo pueda salirme este simpático muchacho.

Seguramente este evento no les cambiará la vida. Todavía no noto cambios muy fuertes en la mía. Pero siempre que lo cuento, alguien se ríe, así que quizá esa sea su magia.


Volveré en unos días a contarles más sobre mi vida estudiantil, o quizá no. Quizá solo me queje de todo o quizá insulte o quizá haga una reseña sobre Esperanza Mia o quizá les cuente como termina Harry Potter.

Besos en las nalgas frías otoñales.
Denle like, me gusta o algo (Como dicen los youtubers)
y no lo olviden ¡Coman chocolate!

Ser

Después de más de un año, me di cuenta que ya no necesitaba escribir lo que me pasaba porque lo podia expresar libremente.
Hoy, no es tan así.
Tengo un dolor terrible, pero no tanto. Más que dolor es un reproche a mi misma por ser como soy. Soy todo: forra, copada, sensible, romanticona y cabeza dura.
Pero lo que más odio es ser insistente. Insistir en algo que no va a funcionar y negarme a perderlo.
Ya perdí mucho, un papá, tres abuelos, una prima, amigos, amigas, vecinos, tíos. Perdí de todo. Me cansé de perder.
Me había propuesto ser sincera, no mentirme. Y así lo intente lo más que pude, hasta que ciertas acciones empezaron a chocar. Pero no pensé que iban a terminar así. Nunca creí en el efecto dominó en las relaciones pero parece que es verdad.
Me duele que un lazo se rompa, pero más me duele que ni siquiera se trate de remediarlo.
Hoy un amigo me dijo: La gente cumple ciclos
Y sí, todo es la vida es un ciclo, pero hay algunos que me gustaría que fueran eternos. O por lo menos, que queden algunos recuerdos
¿A quién le quiero mentir? Tengo buenos recuerdos y eso me hace peor.
Me duele ver cómo lo que uno consideraba especial, sagrado, único, en dos secundos sea tirado a un montón de mierda. Odio que se pierdan las palabras. odio conventirme en extraña de alguien a quien llamé amigo/amiga ¿Pido mucho no?
Odio ser así. Odio intentar luchar por algo que sé que no es recíproco. Pero no puedo evitarlo. Me gustaría volver a mis doce años y que las promesas que hicimos siguieran intactas.
No tenía ganas de volver a escribir algo triste, a pesar de algunos sucesos, tuve un excelente año lleno de amor. Pero che ¿Qué sería de mi blog sin mi drama?
Espero (como siempre y sin sentido) que de alguna manera estas palabras tengan un eco. Que mínimo le piquen un poco la cabeza. Que sé yo.
Pido imposibles y me juega en contra mi mente infantil que cree que formamos parte de un show bizarro y que en algún momento alguien nos va a decir: "Bueno, me da pena que sufran así por boludeces y que se vuelvan ciegos de orgullo" Y que con su varita mágica ponga todo en su lugar.
Siempre concluyo lo mismo, con 12, 17, 21 y medio, soy Mica. Lamentablemente y por mucho tiempo lo seré.

Corta la bocha,
pelada la gallina.

Como Pachorra dijo: I'll be back