Siganme los buenos

first day

Hoy fue el primer día de laburo/trabajo. Fue divertido. Acomodé cajas, libros, cuadernos, carpetas, boligomas, tijeras. Muchos juguetes. Digamos que la gente hija de su madre que no compró en navidad me cagó la vida hoy. Tuve que jugar al tetris con: Barbies, Max Steel, castillos, autitos camiones y todo lo que se te pueda ocurrir.
Mi jefe se dio cuenta que soy una mujer de tamaño reducido y que necesito la escalerita. Así que la tengo siempre al ladito mio.
La hija de mis jefes es hermosa, se llama Araceli y se dedica a chorear golosinas y a mezclar las monedas.
Aprendí a sacar fotocopias así que mis planes ( y los de mi bff ) de sacarme fotos de mi cara y trasero, los voy a poder realizar de manera profesional.
No me senté en 4 horas, me duele la espalda, los años no vienen solos.

Espero que mañana haya más gente divertida y que me liberen más temprano. Porque esto de caminar una cuadra y media a las 21 horas es muy jodido. Más si llueve. Me voy a comprar auto para ir desde el kiosko hasta mi casa. (La gente que sabe donde queda el kiosko y piensa que comprarme auto es al pedo, pueden venir al kiosko y comprarme unos ricos heladitos...)

la señora que vende caramelos ha vuelto

volví, en realidad nunca es que me fui, pero me suele pasar que tengo períodos de blog.
Hago como un hiper resumen de todo hasta ahora: me fui de vacaciones con J (la pasé más que bien), tengo dos alumnos, acabo de conseguir trabajo (voy a vender caramelos). Me hice el arito en la nariz y uno más en la oreja. Tengo proyectos de cosas que quiero comprarme (sí, soy un gastadora compulsiva) y de viajes que quiero hacer.
Digamos que mi lista de deseos sigue existiendo. No es que ahora se me haya dado por creer en la ley de atracción, pero creo que todo lo que escribo en mi blog y en un documento de word, tarde o temprano lo consigo. En eso creo.
Mi vida personal anda bien, sigo con mis amigas, J y madre y yo no pelear tanto. Mi psicóloga sigue siendo la mejor  al igual que mi perra.

Pasé por varios días en los que no quería comer nada, y otros en los que me comía una tonelada y media de helado. Digamos que lo estoy manejando, pero va bien.

No tengo mucho más para contar, tengo muchas reflexiones y anéctodas que quiero relatar. Pero ahora no lo voy a hacer. Quiero volver a organizarme, a escribir bien y a disfrutar de mi blog como hacía hasta hace un tiempo atrás.