Aceptarse deriva de conocerse.
Uno al conocerse, se conecta. Se conecta a cada latido, a cada pulsación, a parpadeo.
Cuando uno se conoce, reconoce lo que siente, lo admite, lo apropia.
Hace unos días, descubrí un nuevo sentimiento. Lo examiné poco a poco hasta apropiármelo.
Al principio, tuve miedo de decirlo. Lo dije y no fue correspondido.
Me puse mal, y claro, soy un 70% humana y soy sensible.
Y después recordé a mi psicóloga, cuando me decía que yo no tengo la culpa de lo que siento, y que no soy culpable de lo que el otro siente.
Por lo tanto, sequé las lágrimas y me puse a hablar. Hablando se llega a Roma.
Ahora estoy acá, con el corazón que me explota de amor, esperando a escuchar: Yo también
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