la bipolaridad de una entrada

hoy es un domingo. lo puedo jurar. me siento así desde que me levanté. hoy es domingo.
es sábado 21 de abril y yo estoy tirada en la cama. terminé de ver una película que me decepcionó. así que tengo una pesadez encima de haberme comido 2 horas y 8 minutos para terminar diciendo lo que muchos me dijeron y yo dije más de una vez: las adaptaciones de libros en películas son una gadorcha.
no solo eso me pasa. si no que es el típico domingo donde uno se cuestiona todo.
¿estoy haciendo las cosas que me gustan? ¿voy a poder con todo? ¿moriré en el intento? ¿fue primero la gallina o el huevo?

es una nube de pesimismo que se me posó encima mía. mi entorno no es muy alentador: por todos lados papelitos diciendo la tarea que tengo que hacer y lo que tengo que leer.
conseguí trabajo, voy a dar clases en una escuela. lo que implica un cambio de horario. y acá viene el temor. tengo que reorganizarme y no descuidar semiología (una de las materias que estoy cursando). Es por dos semanas nada más, pero hoy me tiraron un: se puede alargar.
no me quiero desesperar. pero ya tengo que conseguir nuevos horarios para cursar la materia por estas dos semanas y organizarme con el profe de taller.
podría decir que lo que odio de todo esto es el desorden, el no saber si voy a poder hacer todas las cosas que quiero.
mirandolo así, no sé si voy a poder arrancar bajo en mayo como lo tenía pensado, tampoco si voy a poder hacer dos veces telas por semana. no sé si voy a aprobar las materias y no sé si me va a dar mi contenedor de órganos.
REPITO nube pesimista a la vista. claramente es domingo, pero un super domingo, porque hace tiempo que las nubes pesimistas no aparecen.
el otro día tuve un mini episodio dominguero no exactamente un domingo, en el que me puse a llorar diciendo: ojalá me fuera más fácil la vida.
y entonces hoy después de escribir todo y acordarme de ese frase de pelotudo resentido con la vida inconformista y sumando que me acordé de azul (una nena que no puede caminar y que conocí en una fiesta) me di cuenta que odio los domingos, odio estos momentos en los que empiezo a cuestionarme todo. mi psicóloga dijo: siempre desde el sí.
Si puedo con todo, si voy a poder con este nuevo trabajo y si voy a promocionar las materias y hacer todo.

Entonces ahora me voy a preparar una buena chocolatada, a comer galletitas, a darle duro a la tarea, a organizar mis horarios y ver un capitulo de un animé.
Me seguirá un poco la cara de domingo, pero sé que lo puedo sobrevivir.
Después de todo los cuestionamientos son al pedo cuando ya sabemos la respuesta.

PD: hay alguien que es un anónimo y quería que escribiera. no es que me la dé de diva de blogs, pero me gustaría saber quién es, porque no puedo adivinar.


PD2: chau! buen sábadodomingo