Siganme los buenos

Damián

el recorrido que tengo que hacer para volver de inglés, hoy no fue normal.
Era el mismo camino, los árboles, el barro y la avenida ancha que siempre me da terror cruzar.
Pero esta vez pensé distinto. Se podría decir que me super conecté con mis pensamientos.

El sueño que tuve en la madrugada me había dejado desde que me levanté, un sabor raro.
Cuando salí de la casa de mi profesora, me dediqué a pensarlo.
Hasta ahora, me resulta imposible identificar a la persona que estuvo conmigo en todo el sueño.
Era mezcla de un chico que había conocido hace años, y uno que conocí hace poco. Pero me abrazaba como otra persona, y me miraba como otra. Era como recortar partes de cuerpos de personas y unirlas. Me sentía segura, pero era una seguridad antigua, no era la actual. Era un recuerdo. Soñé con un recuerdo, o muchos a la vez.
Fue una super mezcla, una combinación rarísima de personas.
Cuando me levanté me sentí vacía. Había perdido a esa persona. Ese mix de personalidades.



Ahora el mate calentito me está ayudando a cambiar la cara que tengo.
Tenga la mirada ida, como perdida. Los oídos de a ratos me zumban.


Pensé más cosas cuando volvía caminando.
Posibles escapadas. Apocalípsis.
y otras más.

Si tengo ganas, espero sacar algo productivo de ellas.
Por ahora me voy...




1 comentario:

PioneroFallingSkies dijo...

te tengo un cuento
que mas rapido quel viento
te vacia la alcancia,
aunque si nos ponemos a pensar nada tiene que ver el cuento y el viento y la alcancia salvo que puedas contarme un cuento mientras llueve viento y granizan alcancias.