Siganme los buenos

Momento 11.47

Luego de varios días, en realidad, luego de varios miércoles, he podido comprobar mi hipótesis.
Todos los miércoles, voy a terapia. Cuando salgo, y doblo en la esquina, al dar tres pasos, saco todo el aire que tengo en mis pulmones y sonrío.
Las primeras veces lo ignoré, pero después, me di cuenta que se repetía. Entonces, el miércoles pasado, al doblar la esquina, miré el reloj, 11.47, y sucedió.
Creo que es algo así como un reflejo, pero no innato, ahora no me acuerdo como se llama, y eso que lo estudié para biología.
Lo bueno de este reflejo, que acabo de incorporar, es que es de larga duración. Osea la sonrisa me dura tres segundos, pero la felicidad que me produce, me dura varias cuadras, lo que me permite ver de otra manera las cosas que voy pasando.
Le presto más atención a las señoras que todos los miércoles están haciendo clases de gimnasia para evitar que se le muevan las cachas indeseablemente.
Cada vez que paso por la casa de los enanos me enamoro del gato que está tirado en el piso tomando sombra, porque el sol no le da.
Cuando paso por la YPF, o como se llame, me río de los hombres que se piensan que las mangueras que sirven para cargar el gasoil o lo que sea en los autos, juegan a que son pistolas de verdad.
Cuando llego a la calle Rivadavia, camino y no me molesta que la gente me empuje para pasar, es más, me imagino en los autitos chocadores y soluciono el problema.
Cuando cruzo la calle para llegar a la parada del 47, en la esquina hay una casa de venta de colchones, donde trabaja un hombre que conozco. Siempre lo veo girando en su silla, pero él nunca me ve.
Cuando estoy en la parada, siento que estoy en un programa de Espn transmitiendo una competencia de motos .Hay una motocicleteria (lugar donde venden motos en mi vocabulario) Siempre aparece algún pelado musculoso con bigote que me hace acordar al de American Chopper.
Cuando me subo al 47, saco el libro que estoy leyendo (uno que me presto Luca) y de vez en cuando lo cierro y veo a la gente que está cerca mio.
Siempre hay alguna mujer discutiendo con su novio/esposo/amante por teléfono. Una abuelita/o que trata de hacer equilibrio para llegar a su asiento. Un grupo de chicos escuchando música y obligándonos a escuchar música (todo bien igual)
Llego a mi casa, y por mala suerte el efecto se me pasa. A veces quisiera que me durara un poco más, para poder disfrutar de mi barrio y de la gente que lo habita.
Así que bueno, los dejo, con mi reciente descubrimiento y con un ¡Felices Fiestas!
Aunque igual, me resulta un tanto hipócrita desear algo que me molesta, pero a la gente le gusta ver esa frase y por alguna razón la hace bien.
No es que odie Navidad y Año Nuevo, es que me molesta la gente fanática que cocina para un batallón, que compra regalos al por mayor (en sentido de que compran muchos) y que finge llevarse bien con otras porque es la obligación para pasar unas buenas fiestas.
Sinceramente, es por eso que Diciembre no me va, la gente está loca y salvaje solamente para celebrar dos fiestas locas, que se podrían pasar en paz y con lo más sencillo.
Pero bueno, basta de mi pensamiento en cuanto a estas fiestas.
Sean felices.

No hay comentarios: