Extreme makeover en mi habitación

Ya lo venía pensando hace mucho, por más que hayan cambiado el color de las paredes de mi pieza, había algo que estaba mal. Todavía quedaban muchas cosas de la pieza anterior, fotos, carteles, cartas, adornos, adornitos y adornotes.

En los cajones había demasiad ropa, y en el armario... mejor no decirlo.

Bolsas, bolsitas, perchas y perchitas, collares, anillos, peluches, dvds, cds, todos dando vueltas en la habitación tratando de encontrar su lugar.

Lo único bien ubicado era mi cama y los almohadones, nada más.

Siempre pasa que uno llega a un punto en que se cansa de todo, de como está "ordenado" y como queda en el lugar, bueno, eso me pasó a mí, me cansé de todas esas cosas que estaban por todos lados.

Abajo de mi cama había más cosas peligrosas y horrorosas que el Cuco, lo puedo asegurar. Miles y miles de hojas en cajas feas.

Me costó al principio decidir sacar y tirar cada una de esas cartas y adornos, que en algún momento habían sido importantes para mí, por algo estaban ahí. Pero ahora no eran nada, solo hojas y basura, por decir, que impedían que yo disfrutara de mi pieza.

En cuanto a la ropa, bueno, es un tema que aún no he tratado, digamos que me va a tomar un tiempo en decidir que "tirar" y que guardar, pero en algún momento lo voy a hacer.

Acabo de empezar esta revolución en mi habitación para tratar de organizarme un poco, un poquito más. Después de todo no es nada lindo levantarse a la mañana y tratar de encontrar una media en un montaña de ropa más alta que el Everest, es algo así como tratar de encontrar una aguja en un pajar.

Igual debo admitir, mi querido puff (lugar acumulador y creador de montaña de ropa) se ve más lindo con una que otra prenda por encima, pero una que otra, no ocho mil.

En cuanto a mi cama, después del genocidio de cartas y adornos que lleve a cabo con mis manos asesinas, debo decir que quedó mucho mejor. Ahora el Cuco se puede alojar tranquilamente debajo de ella, sin tener que convivir con los lindos recuerdos de mi infancia.

Los Cds y los Dvds ya no están perdidos, cada uno tiene su propia caja, y eso es bueno ¡Muy bueno! Porque al momento de ver una película no les puedo explicar el bajonazo que significa encontrar Piratas del Caribe en el fin del mundo, en la caja de una de las temporadas de Friends.

Por la música mucho no me preocupo, no tengo demasiados Cds, solo Melina (hermana mía) que suele tener la manía de confundir a Andrea Bocelli con Fergie.

Después de todo lo contado, en resumen, tengo una habitación más ordenada, en consecuencia, una casa más ordenada que da como resultado, una vida más liviana al momento de entrar en la búsqueda del: "¿Qué me pongo?" y "¿Qué peli vemos?"

Besos, Mica