El problema de Andres

La cuestión es que a pesar de que me dejes tener hijos, no me caes bien, para nada.
Si me decis que me agarra el mal humor, bueno, si me decis que como mucho más, bueno, pero si hay algo que no soporto es llorar y más si lloro por cualquier cosa.
Todos los problemas que creía resueltos y las angustias que creía desaparecidas, aparecen de nuevo en el show.
No me jode, me re jode (ya lo dije antes).
Hoy un compañero mio estaba llorando, estuvo mal en todo el día. Yo no le había dado bola, no tenemos mucha relación, pero en un punto se volvió algo muy obvio, hasta la profe se dio cuenta.
Todos tratábamos de no chusmear, y le dimos espacio.
Al final de la hora, la profe, nos leyó un cuento:

El Cuento del Burro

Un día, el burro de un campesino cayó en un viejo pozo, el animal  lloró desesperadamente durante horas, mientras el campesino trataba de buscar algo que hacer. Finalmente el campesino decidió que como el burro ya estaba viejo y el pozo ya estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas, realmente no valía la pena sacar al burro.Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarle. Cada uno agarro una pala y empezaron a llenar con tierra el pozo. El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y se lleno de gran tristeza. Luego para sorpresa de todos, se aquieto después de unas cuantas paladas de tierra. El campesino miro al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio.... con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble; se sacudía la tierra y daba un paso encima de ella. Muy pronto todo el mundo vio sorprendido como el burro llego hasta la boca del pozo, paso por encima del borde y salió trotando. La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra....el truco para salir del pozo es sacudírsela y usarla para dar un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba. Podemos salir de los más profundos huecos si no nos damos por vencidos...

Cuando la profe terminó, todos le dimos un besito y nos fuimos. Ni dos pasos que di afuera del aula, y me largué a llorar.

No sentamos todos en un banquito que hay en el pasillo, aproveché y me recosté en las piernas de mi amiga. Cerraba los ojos de a ratitos y los abría. Tenía ganas de irme a mi casa, tirarme en la cama, comer chocolate y llorar viendo Ps: I love you.

Cuando me subí al colectivo, me vi reflejada en la ventana, tenía los ojos rojos y estaba muy despeinada. Al subir al ascensor de casa, me vi bien en el espejo y confirmé mi destrucción, llegando así a la conclusión: Andrew, te odio y me importa muy poco los beneficios que me traigas. Estoy en un momento en el que, lo único que deseo es que se vaya muy lejos y que no me visite en los últimos meses. Además en este tiempo puedo hacer una pelotudes muy grande, y no quiero arrepentirme. Cuídenme, ayúdenme, y si les digo: -"Te tengo que decir algo", corran, corran por sus vidas.